La vida secreta del agua

El agua tiene una vida secreta. Nos muestra cómo encontrar la felicidad. Nos revela el significado del amor de la naturaleza, nos muestra el camino que la especie humana debe seguir para encontrar las respuestas que buscamos.



El agua es vida
James Love lock, profesor de biofísica, creó la Teoría Gaia, el concepto de que el mundo es una misma forma de vida, un sistema activo de regulación propia. El ambiente en la Tierra se mantiene en un nivel específico para que exista la posibilidad de la vida. El volumen de oxígeno en la atmósfera siempre es alrededor de 20% sin importar a dónde vayas. La vida vegetal produce oxígeno a través de la fotosíntesis y los animales exhalan dióxido de carbono. La atmósfera trabaja para mantener la temperatura en un rango establecido. Entonces, aunque las estaciones pueden cambiar, son capaces de mantener nuestra temperatura corporal constante. Dicen que han pasado tres y medio millones de años desde el nacimiento e la vida y, aunque el Sol se caliente gradualmente, la temperatura en la Tierra se ha mantenido dentro de límites que permiten la vida. El mundo opera en un equilibrio perfecto.

En efecto, este plantea es como una forma de vida única. ¿Y qué es lo que da vida a este plantea viviente? El agua, por supuesto. El agua permite que las plantas crezcan, que produzca oxígeno y que se mantenga la vida. Pero todos nos damos cuenta de que este equilibrio de vida peligra cada vez más. Estamos jugando incluso con el equilibrio de la atmósfera.


EL AGUA ES BELLEZA


El largo viaje del agua comenzó cuando llegó a este planeta como grupos de hielo desde las partes más lejanas del universo. De ahí surgieron las diversas formas de la naturaleza y de vida que ahora cubren la superficie de este planeta. Y desde ese punto surgió la civilización humana y nació la vida de cada individuo.

Del agua emana toda la belleza: la grandeza colorida de la naturaleza, las verdes praderas, los hilos de lluvia de seda, las nubes que filtran la luz dorada del sol, los cielos llenos de arcoíris y el mar en expansión, cada vez más azul cuanto más profundo vayas. Los rayos del sol bailan en la superficie, reflejando las plantas oceánicas y el coral que hay debajo. Peces de todos los colores nadan en bancos que se expanden y contraen de nuevo como por arte de magia. Esto es arte, una actuación magnífica en todo su esplendor.

Y luego están los cristales de agua. Como las perlas más exclusivas, tallados finamente por la naturaleza, casi como magníficos candelabros.

El trabajo de la naturaleza va mucho más allá de las aspiraciones de los artistas más grandes y lo maravilloso es que no sucedió por error. Todo es resultado de una intención clara, de un plan maestro escondido. Su creación requiere de un nivel de decisión y determinación que somos incapaces de comprender, mucho menos de imitar.

Así que debemos preguntas ¿quién?. Kazuo Murakami, profesor emérito de la Universidad Tsukuba en Japón ha utilizado el término “algo maravilloso”. Es una existencia que ha dejado su firma en cada uno de los setenta trillones de células que tenemos en nuestros cuerpos, cada una con información genética suficiente para llenar miles de páginas en blanco de miles de libros. Es justo ese ·algo maravilloso” lo que ha dado equilibrio al universo y permite que continúe moviéndose en orden.

Fue justo a través de ese tipo de conciencia como el agua llegó a esta tierra. Llegó para crear belleza.

EL AGUA ES UN ESPEJO


El agua refleja el alma humana. Si dices “Gracias” al agua, esto se reflejará en la formación de cristales hermosos desbordantes de gratitud. Si los corazones de quienes viven en el planeta están contaminados, entonces la Tierra también se contaminará.

Queda muy poco agua pura en la Tierra, sólo 3% del total. Y la cantidad de agua adecuada para el consumo humano disminuye a un ritmo alarmante. De toda la que hay en la Tierra es increíblemente pequeña la cantidad que cae de los cielos y va hacia los océanos. Casi toda el agua del planeta es salada en los océanos, mientras que la mayoría del agua potable está congelada en los glaciares en la cima de las montañas más altas. En comparación con toda el agua que fluye a los océanos, la cantidad disponible para nuestro uso es una fracción minúscula, alrededor de 1/10.000 milésimas de toda la que tenemos.

EL AGUA ES ORACIÓN

Paz mental

El agua viene a la tierra como respuesta a nuestras oraciones y ese proceso continúa justo ahora. Te preguntas ¿qué oración? La oración de que nacerá vida, respirará y echará raíces. La oración de que prosperará la naturaleza, se expandirá y acunará lo que los nativos llaman “el ciclo de la vida”. La oración de que saldrá a flote la inteligencia y las civilizaciones se unirán para proteger a la Tierra, esparciendo amor y gratitud.

¿Por qué crees que se forman cristales tan espectaculares cuando se muestra al agua las palabras “Amor” y “Gratitud”? La respuesta es que las palabras son un tipo de oración. Cuando algo está alineado con los principios de la naturaleza e interactúa con el agua, resulta la formación de cristales hermosos. Esto sucede porque la naturaleza misma  es el resultado de la oración, que es la verdadera naturaleza de los seres humanos. Todas las razas a lo largo de la historia han recurrido a la oración. Incluso actualmente, que la ciencia es lo más importante, oramos. ¿Qué corazón no ora cuando un niño enfermo se agarra firmemente a la vida o cuando un ser amado está lejos?

El agua es dada para responder nuestra oración por la vida, por la evolución y para que los humanos puedan verla y ofrecer sus oraciones. Los seres humanos son esencialmente cristales formados en esta tierra. Y por eso tenemos la responsabilidad de protegerla al cuidar el agua. Y el primer paso que podemos dar  es retomar la oración en nuestra vida.

Te ofrezco un poema acerca del agua:

Eres agua y conoces la sabiduría del agua.
Así que sólo permítete fluir,
y crecerá la maravilla.
Tu alma llegará más allá de los mares,
con armonía en oraciones de paz.
Sin detenerse, sin vacilar, con valentía,
el agua fluye.
De manera brillante y valiente entra
en el cosmos,
pues el agua sabe.

Coexistencia / Competencia


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Extraído de:
Emoto, Masaru (2006). La vida secreta del agua. México: Editorial alamah