21.- Sistema Inmune
Las asanas (posturas) y el Pranayama (técnicas respiratorias) probablemente mejoran la función del sistema inmune, pero, hasta ahora, es la meditación la que se lleva la palma en cuanto a la credibilidad más fuerte en el ámbito científico. Parece que tiene un efecto beneficioso en el sistema inmunológico, intensificándolo cuando es necesario (por ejemplo, elevando los niveles de anticuerpos en respuesta a las vacunas) y descendiéndolo cuando es necesario (por ejemplo, mitigando la inapropiada y agresiva función inmunológica en una enfermedad autoinmmune, como es la psoriasis).
22.- Capacidad Respiratoria
Los yoguis tienden a tomar menos respiraciones con mayor volumen, lo cual es calmante y más eficiente. En 1998, un estudio publicado en la revista The Lancet, mostró una respiración conocida como (respiración completa) a las personas que tenían problemas pulmonares debido a un fallo congestivo del corazón. Después de un mes, su porcentaje medio de respiración descendió de 13.4 respiraciones por minuto a 7.6. Mientras tanto, su capacidad de ejercicio aumentó significativamente, como lo hizo la saturación de oxígeno en su sangre. En suma, el Yoga nos ha mostrado que sirve para mejorar en muchas formas la función respiratoria, incluyendo el volumen máximo de aliento y la eficiencia en la espiración. El Yoga también promociona la respiración por la nariz, la cual filtra el aire, lo calienta (el aire frío está considerado como un disparador de los ataques de asma en personas que son sensibles) y lo humidifica, removiendo el polen, la suciedad y otras cosas que pueden penetrar en los pulmones.
23.- Anti Estreñimiento
Las úlceras, el síndrome del colon irritable y el estreñimiento, son afecciones que pueden ser exacerbadas por el estrés. Así que si te estresas menos, sufrirás menos. El Yoga, como cualquier otro ejercicio físico, puede aliviar el estreñimiento y, en teoría, reducir el riesgo de padecer cáncer de colon, porque al mover el cuerpo se facilita un transporte más rápido de la comida y de los productos de desecho a través de los intestinos. Y aunque no ha sido estudiado científicamente, los yoguis opinan que las posturas con torsiones ayudan a mover los desechos de una manera fluida.
24.- Paz mental
El Yoga “amansa” las fluctuaciones de la mente según el Sutra del Yoga de Patanjali. En otras palabras, reduce los círculos viciosos de los pensamientos acerca de la frustración, la lamentación y enfado, miedo y deseo, que causan estrés.
25.- Mejora la Autoestima
Muchos de nosotros sufrimos de falta crónica de autoestima. Si esto se maneja negativamente (se toman drogas, se come en exceso, se trabaja en exceso, se duerme mal ), puedes pagar un precio con una depreciación de la salud en el ámbito físico, mental y espiritual. Si se toman estos sentimientos desde un punto de vista positivo y se practica el Yoga, se percibirá en principio, como en un breve destello y más adelante, un panorama más amplio, mientras estás en ello, tal como la filosofía del Yoga nos enseña, tú eres una manifestación de lo Divino. Si se practica regularmente con la intención de autoexaminarse y mejorarse (no solo como un sustituto de la clase de aerobic), tendrás acceso a un aspecto diferente de ti mismo. Experimentarás sentimientos de gratitud, de empatía y de perdón, así como un sentimiento de pertenencia a algo más grande. Aunque la salud no es una meta de la espiritualidad, con frecuencia es un producto de ella, lo cual ha sido documentado por repetidos estudios científicos.
26.- Alivio del Dolor
El Yoga puede aliviar el dolor. De acuerdo con varios estudios, las asanas (posturas), el Pranayama (técnicas respiratorias) y la meditación, o una combinación de las tres, reducen el dolor en personas con artritis, dolor de espalda, fibromialgia, síndrome del tunel carpiano y otras dolencias crónicas. Cuando te alivias del dolor, el estado de ánimo mejora, estás mas dispuesto a ser activo y no se necesita tanta medicación.
27.- Tratamiento del “Calor”
El Yoga puede ayudar a realizar muchos cambios en tu vida. De hecho, eso podría considerarse su mayor potencial. "Tapas", la palabra sánscrita para “calor”, es el fuego. La disciplina que lleva combustible a la práctica del Yoga y lo que esa práctica regular construye. El Tapas que desarrollas puede ser extendido al resto de tu vida, para sobreponerse a la inercia y cambiar los hábitos disfuncionales. Tú puedes descubrir que se pueden cambiar las cosas sin realizar un esfuerzo particular. Se puede comenzar a comer mejor, a reactivarse en el ejercicio físico o, finalmente, dejar de fumar después de años de intentos fallidos.
28.- Los Dones del Maestro
Buenos maestros de yoga pueden hacer maravillas con tu salud. Los excepcionales hacen más que guiarte a través de las posturas. Ellos pueden ajustarlas, instruirte cuando deberías profundizar en ellas o enseñarte a enfrentarte a una verdad personal, o a llenarte de amor y compasión por ti mismo. Pueden ayudarte a relajarte y a potenciar y personalizar tu práctica. Una relación respetuosa con el maestro de Yoga nos lleva muy lejos en la promoción de una buena salud.
29.- Liberarse de las Drogas
Si el botiquín de tu cuarto de baño parece una farmacia, puede que sea el momento de comenzar a practicar Yoga. Varios estudios han demostrado que personas con asma, presión arterial alta, diabetes tipo II (formalmente llamada la diabetes del adulto) y desórdenes obsesivo-compulsivos, se han visto ayudadas para reducir la dosis de medicación e incluso abandonarlas definitivamente algunas veces. ¿Qué beneficios se obtienen tomando menos drogas? Que gastarás menos dinero y serás menos proclive a sufrir los efectos colaterales y las peligrosas interacciones de los medicamentos.
Artículo del Dr. Timothy McCall
Traducción de los textos Rosa Cobos Asteguieta
Tomado prestado de la página Lo de Rosa y Miguel