Monsanto y el Agente Naranja


Monsanto, colaborador del ejercito estadounidense. El Agente Naranja ¿herbicida o arma química?



Después de las revelaciones sobre la toxicidad de la dioxina TCDD emitida durante la fabricación de la herbicida 2,4,5-T, Monsanto no pone en tela de juicio su producción, al contrario, se pone en contacto con el Pentágono para desarrollar el uso militar de su herbicida. La economía de guerra ha sido siempre una bendición financiera por la pugna de empresas multinacionales que dominan el mercado de los productos químicos.

Los investigadores de Monsanto ven ya las ventajas de su poderoso herbicida en tiempos de guerra, porque permite la erradicación de los cultivos y puede, por tanto, matar de hambre a los ejércitos y poblaciones enemigas.

Después de las pruebas del herbicida, realizadas en 1959 en Vietnam por el ejército estadounidense, este parece satisfecho porque después de dos años 90% de los árboles y matorrales han sido destruidos en las zonas rociadas. Estas pruebas activan el permiso de la “operación Ranch Hand”, la cual empieza oficialmente el 13 de enero de 1962. En una primera fase el objetivo de la operación era despejar las carreteras, vías de agua y fronteras de Vietnam del Sur, para marcar un no-man’s land frente a los Vietcongs, y en uns segunda fase destruir los sembradíos que supuestamente alimentarían a los “rebeldes”.

Entre 1962 y 1971, se estima que 80 millones de litros de defoliantes fueron arrojados sobre los 3.3 millones de hectáreas de bosques y tierras. Más de 300 pueblos han sido contaminados y 60% de los defoliantes utilizados eran Agente Naranja, representando el equivalente de 400 kilos de dioxina pura. Sin embargo, según un estudio de la Universidad de Columbia (Nueva York) publicada en 2003, la disolución de 80 gramos de dioxina en una red de agua potable podría eliminar una ciudad de 8 millones de habitantes.


Monsanto conocía los peligros de la dioxina presente en el Agente Naranja
El esparcimiento masivo del Agente Naranja afectará por mucho tiempo a las poblaciones civiles, pero también a los soldados estaqdounidenses que han sido expuestos a la dioxina sin precaución. Además, Monsanto deliberadamente había escondido al ejército que su herbicida 2,4,5-T en versión militar, o Agente Naranja, contenía una más alta concentración de residuo de dioxina TCDD que la versión agrícola común.


Un documento interno desclasificado de la empresa Dow Chemicals, fechado el 22 de febrero de 1965, relata una junta secreta de los principales proveedores del “Agente Naranja”, incluyendo Monsanto, para “discutir de los problemas de toxicología causadas por la presencia de algunas impurezas altamente tóxicas”, en las muestras de 2,4,5-T entregadas al ejército [1]. Dow Chemicals quería compartir una investigación interna que demostraba que “unos conejos expuestos a la dioxina desarrollaban severas lesiones en el hígado”. La cuestión tratada por los proveedores de 2,4,5-T era saber si se tenía que avisar el gobierno de la toxicidad del Agente Naranja. Gerson Smoger, abogado de numerosos veteranos de la guerra de Vietnam, declaró que “la reunión tuvo lugar en el más grande secreto. […] la cuestión era si había que informar al gobierno. Así lo prueba un correo, del cual también tengo una copia, Monsanto reprocha a Dow de querer levantar el secreto. Y el secreto ha sido guardado durante al menos 4 años, los esparcimientos del Agente Naranja llegaron a su pico en Vietnam…” [2].


Finalmente, en 1969, un estudio hace pública la nocividad del herbicida 2,4,5-T, luego de que el Instituto Nacional de la Salud de Norteamérica bubiera revelado que ratones sometidos a dosis importantes de herbicida desarrollaban malformaciones fetales y parían bebés muertos al nacer. El 15 de abril de 1970, el Secretario de Agricultura anunció una prohibición de uso del 2,4,5-T en razón “del peligro que representa para la salud”.


En 1971, el ejército interrumpe la operación Ranch Hand y el esparcimiento del Agente Naranja, pero sus efectos devastadores han seguido aun después a causa de la persistencia de la dioxina en el suelo, el agua y la cadena alimenticia y de su carácter bioacumulador. En Vietnam se estima que 150.000 niños sufren hoy en día de malformaciones debidas al Agente Naranja y que 800.000 personas están enfermas.


La población civil vietnamita todavía victima de la contaminación de su territorio por la dioxina
En la definición científica de la dioxina, esta es un agente teratógeno que favorece las malformaciones del feto. Esta característica marcó profundamente a la opinión pública después de las revelaciones sobre los montos altamente anormales de mortalidad prenatal y postnatal en Vietnam debido a malformaciones raras y monstruosas. En la Ciudad de Ho-Chi-Minh en que se encuentra la maternidad del hospital Tu DU, las más grande del país, a la cual los vietnamitas nombraron el “museo del horror de la dioxina”. En la maternidad se encuentra un laboratorio que conserva todos los fetos “monstruosos” en formol; se pueden ver hermanos siameses compartiendo una cabeza desproporcionada, un tronco con dos cabezas, casos de anencefalitis (ausencia de cerebro), de micro cefalitis (cerebro pequeño), pero las palabras científicas faltan para describir la mayoría de las anomalías genéticas.

La doctora Nguyen Thi Ngoc, hoy en día jubilada, se encarga del “pueblo de la paz”, instalado en el hospital, que representa uno de los doce centros abiertos en Vietnam para recibir los niños minusválidos víctimas de la dioxina y del Agente Naranja. La doctora precisa que la mayoría de los pensionarios sufren de problemas neurológicos y de anomalías orgánicas graves, algunos están en cama porque nacieron sin brazos ni piernas. Según la doctora, los casos de malformaciones empezaron a multiplicarse desde la mitad de los años 60 y continúan hoy en día.

En 2005, el hospital Tu DU contabilizó 800 casos de niños nacidos con malformaciones, lo que sobrepasa las medias internacionales. Hoy, según las autoridades vietnamitas, 150.000 niños sufren de malformaciones supuestamente causadas por la dioxina y 800.000 personas están enfermas.





***
[1] Le monde selon Monsanto, MM Robin, coedition La decouverte/Arte Ed.,2008, p60
[2] Le monde selon Monsanto, MM Robin, coedition La decouverte/Arte Ed.,2008, p60

Extraído de:
http://www.combat-monsanto.es/spip.php?article231