Esposa de José María España (1761-1799), con quien contrajo nupcias el 17 de julio de 1783. Es conocida como la "Bordadora de la primera bandera de Venezuela". Fue encerrada por formar parte de la conspiración que llevaba a cabo su esposo junto a un grupo de patriotas. Sufrió cárcel durante más de ocho años y fue confinada en Cumaná donde terminó su vida.
El año de 1797 fue crucial en la vida de los patriotas de nuestro país. Ese año Josefa Joaquina Sánchez fue capturada por las autoridades españolas y apresada en la llamada «Casa de Misericordia», híbrido entre prisión y manicomio, ubicada en el sitio que hoy se conoce como Parque Carabobo.
Días antes de la muerte de José María España, Josefa Joaquina fue interrogada por las autoridades, siendo acusada de inducir a los demás negros de su hacienda a que se levantasen en contra de las autoridades españolas. Responde con aparente tranquilidad las preguntas de las autoridades, manifestando que ignora el paradero de su esposo, así como de don Manuel Gual y su hermano, Domingo Sánchez.
Josefa estaba encinta de su último hijo, y habiendo sido interrogada sobre el paradero de su esposo, y con su embarazo ya muy visible, se armó de valor y contestó: «¿Y acaso no hay en el mundo otro hombre que José María España?».
Las autoridades tenían constancia de que Josefa Joaquina había mandado al negro Rafael España (los esclavos solína llevar el apellido del amo) a hacer que las peonadas de las haciendas vecinas de La Guaira se alzaran en un esfuerzo desesperado por levantar la bandera de la libertad caída de las manos de su esposo. Después del allanamiento de la casa, Josefa Joaquina fue arrestada y llevada a la cárcel por el esclavo Rafael España.
La sentencia para Josefa Joaquina fue pronunciada el 19 de enero de 1800: ocho años de reclusión en la Casa de Misericordia. El 13 de junio de 1808, la olvidada prisionera escribe una carta al Gobernador suplicándole que permita a sus hijos continuar sus estudios en la Universidad de Caracas, y el 10 de julio recibe la contestación, firmada por Juan Germán Roscio, negando su petición y dándole la orden de que sus hijos se fueran con ella a Cumaná, el sitio que le había sido designado para terminar su vida.
Así fue confinada en Cumaná, junto a sus hijos, con la prohibición para todos ellos de volver a Caracas o a La Guaira.
Eulalia Ramos de Chamberlain (Tacarigua de Mamporal, Estado Miranda, 12/02/1796)
Eulalia se crió dentro de una familia adinerada con grande propiedades de tierra. Sus padres se unieron al movimiento revolucionario de 1810. En 1812, contrajo matrimonio con Juan José Velásquez con quien tuvo una hija.
La situación política de la época puso en peligro a la recién formada familia Velásquez. Debido a las persecuciones, Juan José abandonó a Eulalia, quien sufrió el agobio de los realistas. Eulalia huyó hacia los montes de Río Chico con su hija recién nacida; la pequeña murió en el camino. Luego de escapar de un ataque realista, regresó con su padre a Caracas, donde supo que su esposo había sido fusilado en la Plaza Mayor de Río Chico en el año 1814.
En 1815 conoce en Cumaná a William Charles Chamberlain, edecán de Simón Bolívar, con quien contrajo matrimonio en 1817. Durante los primeros meses de ese año, el coronel realista Juan Aldama se dirigió con sus fuerzas a Barcelona. El 7 de abril, irrumpieron en la casa de los Chamberlain, asesinando a Eulalia y a su esposo. Eulalia Ramos de Chamberlain tenía 21 años de edad.
Luisa Cáceres de Arismendi (Caracas, 25/09/1799-Caracas, 02/06/1866)
Esposa del prócer Juan Bautista Arismendi (1770-1841). Su padre, profesor de Latín, le enseñó a temprana edad a leer y escribir, así como los principios éticos y morales que le dieron valor durante los años de su cautiverio y destierro.
1814 fue un año adverso para la naciente República y también para la familia Cáceres: el 6 de marzo las tropas del jefe realista Francisco Rosete asaltaron la guarnición de Ocumare y mataron al padre de Luisa, quien se encontraba allí por invitación de su amigo el comandante Juan José Toro. La Comandancia Militar de Caracas, al frente de la cual se encontraba Juan Bautista Arismendi, organiza una expedición el día 14 de marzo en auxilio de los patriotas sitiados en Ocumare; entre los soldados de la operación estaba Félix Cáceres, hermano mayor de Luisa. Las tropas de Arismendi son derrotadas y el hermano de Luisa es hecho prisionero y ejecutado el 16 de marzo.
Los emigrados pasan por Barcelona y se dirigen a Cumaná, a donde llegan a finales de agosto, muchos de ellos consiguen pasar a la isla de Margarita, lugar donde Arismendi puede garantizarles una mayor seguridad. Durante este tiempo, el coronel Arismendi busca a la familia Cáceres, a quienes había conocido y frecuentado por algún tiempo en Caracas en la navidad de 1813, proporcionándoles por este motivo, vestidos, alojamiento y demás recursos. El 4 de diciembre de 1814 el coronel contrae nupcias con Luisa Cáceres.
En septiembre de 1815, las autoridades españolas ordenan la captura de Bautista Arismendi, quien se escapa y oculta con uno de sus hijos en las montañas del cerro Copey; el día 24 de septiembre, Luisa Cáceres, quien se encontraba embarazada, es tomada como rehén para doblegar a su esposo. Encerrada por un tiempo en la casa de la familia Amnés, es trasladada días después a un calabozo de la fortaleza de Santa Rosa. El 26 de enero de 1816, Luisa da a luz una niña que muere al nacer dadas las condiciones del parto y del calabozo en el cual se hallaba prisionera, el cadáver de la recién nacida fue dejado junto a ella durante 48 horas.
Posteriormente, es trasladada al fortín de Pampatar, donde permanece algunos días antes de ser enviada a la prisión de La Guaira y finalmente al convento de la Inmaculada Concepción en Caracas, donde ingresa como prisionera el 22 de marzo de 1816. Durante todo este tiempo se le mantuvo incomunicada y sin noticias de sus familiares. Los triunfos de las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi y por el General José Antonio Páez en Apure, determinan que Luisa sea trasladada a Cádiz, hacia donde es embarcada el 3 de diciembre de 1816.
El barco en el que viajaba es atacado por un buque corsario, el cual se apodera de todo el cargamento y abandona a los pasajeros en la isla de Santa María, en las Azores. Imposibilitada de regresar a Venezuela, Luisa llega a Cádiz el 17 de enero de 1817. Es presentada ante el Capitán General de Andalucía, quien protesta por el trato al que fue sometida por las autoridades españolas de América, y le da la categoría de confinada, asignándole además una pensión de 10 reales de vellón diarios. Durante su permanencia en Cádiz se negó a firmar un documento donde debía manifestar su lealtad al rey de España y renegar de la filiación patriota de su marido, a lo cual respondió que el deber de su esposo era servir a la patria y luchar por libertarla.
El 3 de mayo de 1818 llega a Filadelfia, luego de fugarse de Cádiz con la ayuda de Francisco Carabaño y el inglés Mr. Tottem; de allí se dirige a la isla de Margarita donde desembarca el 26 de julio de 1818. Finalmente, 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución que le concede absoluta libertad y facultad de fijar su residencia donde desee. Residió en Caracas hasta el día de su muerte (1866). Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional en 1876, siendo la primera mujer cuyos restos ingresaron en esa histórica sede.
Juana Ramírez (Chaguaramas, Estado Guárico, 1790-Chaguaramal, Estado Monagas, 1856)
Conocida como "Juana la Avanzadora". Su madre se llamaba Guadalupe Ramírez y su padre uno de de los Generales Rojas: Andrés o José Francisco. Su madre fue traída de África y fue comprada por la familia del General Andrés Rojas. La esclava Guadalupe y su hija trabajaban en las tierras que la familia Rojas. Fue criada bajo la tutela de doña Teresa Ramírez de Balderrama, quien la protegió y le dio su apellido.
Juana participó en las batallas que se realizaron en las cercanías de Maturín, contra Antonio Zuazola, de La Hoz, Monteverde y Morales.
En la batalla del 25 de mayo de 1813, Juana tuvo una significativa participación. Ese día, patriotas y realistas se enfrentaron en una dura lucha que tuvo su final cuando oscurecía. Siguiendo las órdenes del Comandante Felipe Carrasquel, Juana avanzó con su batería de mujeres y le dio el triunfo a los patriotas.
La batalla se realizó en la sabana del Alto de los Godos, en el oeste de Maturín. En esa sabana, dos mil hombres patriotas esperaron a Monteverde que venía con muchos más hombres. La batalla comenzó cerca de las 11 de la mañana.
Juana y su batería de mujeres estaban cerca de lo que hoy es la Plaza Piar, de Maturín. Allí las mujeres atacaban al enemigo, atendían heridos y disparaban cañones. Como a las 4 de la tarde les llegó la noticia de que a los patriotas se les estaban acabando las municiones. El Comandante Felipe Carrasquel ordenó a Juana avanzar hasta Los Godos. Monteverde tuvo que huir ante tal arremetida. Con este triunfo los patriotas ganaron armas, municiones, 6.000 pesos de plata y 3 cañones, más los cofres de Monteverde. Juana se encargó de enterrar a los realistas caídos una vez finalizada la batalla.
Al año siguiente, el 11 de diciembre de 1814, Maturín cayó bajo el poder del español Morales, quien arrasó la aldea, quemó todas las casas y asesinó a todos los ancianos, niños y mujeres que pudo. La mayor parte de esa población era caraqueña y del centro del país, que se fueron a Oriente cuando Boves entró a Caracas. Con esta victoria de Morales cae la Segunda República. Juana y otras personas huyeron hacia las montañas y siguieron la lucha como guerrilleros.
Cuando Venezuela logró su independencia, Juana se quedó a vivir en Chaguaramal (Estado Monagas), localidad muy próspera que luego desapareció y varios de sus habitantes emigraron hacia la parte alta y construyeron las primeras casas de lo que ellos llamaron San Vicente, en el año 1924.
Tuvo la heroína cinco hijas: Clara, Juana, Juana, Josefa y Victoria. Se dedicó a trabajar la agricultura. Murió en 1856, a los 66 años. Fue sepultada en el cementerio antiguo de Chaguaramal, el mismo que en la actualidad es utilizado por las comunidades de San Vicente y Pueblo Libre.
Unos cardones, que continuamente sembraban los guacharaqueros y los sanvicenteños, recordaban el sitio exacto donde está enterrada "La Avanzadora". Un monumento, construido y declarado Santuario Patriótico Distrital en 1975, y luego, en 1994, declarado Santuario Patriótico Regional, señala ahora el lugar donde reposan para siempre sus restos. En su honor se erigió el Monumento Juana La Avanzadora, casi al final de Avenida Bolívar de Maturín.
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Fuentes:
Sección Heroínas de Venezuela de la Web histórica del Ejército Bolivariano
http://historica.ejercito.mil.ve/index.php?option=com_content&task=view&id=25&Itemid=39
Sección Biografías de Venezuela en la página de Venezuela Tuya
http://www.venezuelatuya.com/biografias/