La Comisión Europea autoriza el cultivo de papa transgénica

La Plataforma Rural, Amigos de la Tierra, CECU, COAG, Greenpeace y Ecologistas en Acción denuncian que este tubérculo de BASF podría incrementar la resistencia a los antibióticos.

Una de las primeras decisiones de la nueva Comisión Europea ha sido autorizar hoy un cultivo transgénico, el primero desde 1998. El Comisario de Salud y Consumidores John Dalli, de acuerdo con el Presidente Barroso, ha dado la autorización a través de un procedimiento que evita el debate del Colegio de Comisarios.

Esta patata transgénica, conocida como Amflora, ha sido desarrollada por la compañía agroquímica BASF y contiene un gen que la hace resistente a determinados antibióticos. Por esta razón, Plataforma Rural, Amigos de la Tierra, CECU, COAG, Greenpeace y Ecologistas en Acción advierten que este cultivo supone un riesgo inaceptable para la salud de las personas, los animales, y el medio ambiente.

Parece increíble que la primera decisión de la Comisión sea autorizar un cultivo transgénico tan peligroso. En seis años, Barroso no ha podido ocultar las evidencias científicas que cuestionan la seguridad de la patata transgénica. La nueva Comisión ha tomado esta grave decisión sin un debate con todos los comisarios; el nuevo comisario Dalli, cuya misión es proteger a los consumidores, ha adoptado una de sus primeras decisiones sin considerar ni la opinión pública ni la seguridad con el objetivo de complacer a la mayor empresa química del mundo.

La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Europea del Medicamento han advertido de la importancia de los antibióticos afectados por la patata Amflora [1]. La presencia de la patata de BASF en los campos podría aumentar la resistencia de determinadas bacterias a antibióticos imprescindibles en tratamientos contra la tuberculosis. Resulta especialmente llamativo el hecho de que se hayan dado desacuerdos sin precedentes en varias evaluaciones de este tubérculo [2] incluso en la protransgénica Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

Además, la mayor parte de los países miembros de la UE se han opuesto a la autorización, ante lo que las organizaciones firmantes exigen a los Estados miembros que prohíban el cultivo de esta patata en su territorio.

La medicina está cada día más preocupada por la resistencia a antibióticos. En el 2001 se adoptó una ley europea que requería que los genes de resistencia a antibióticos que supusieran una amenaza para la salud de las personas y para medio ambiente fueran retirados paulatinamente hasta el 2004 [
3]. La empresa BASF solicitó la autorización para este cultivo como alimento humano y animal en el año 2005.

Amflora tiene un mayor contenido en almidón y fue desarrollada para uso en procesos industriales, piensos y fertilizantes. Sin embargo, las patatas convencionales no transgénicas disponibles en el mercado tienen casi el mismo contenido de almidón pero sin los genes de resistencia a antibióticos, lo cual demuestra que la patata transgénica es absolutamente innecesaria.

La ciudadanía, cansada de vivir en el único país de la UE cuyo Gobierno tolera el cultivo de maíz transgénico a gran escala, se manifestarán el próximo 17 de abril en Madrid contra la política del ministerio del Medio Ambiente, Rural y Marino. Con esta nueva aprobación tienen aún mayor motivo para hacerlo, dado que España fue uno de los únicos países de la UE que apoyó esta patata en el proceso de autorización.

[1] Organización Mundial de la Salud
Agencia Europea del Medicamento
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2] www.greenpeace.org
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3] Directiva 2001/18/EC sobre la liberación al medioambiente de organismos modificados genéticamente. Artículo 4 (2) Cronología del proceso de autorización de la patata modificada genéticamente (en inglés)