Mutilación Genital Femenina


Fui mutilada a la edad de once años. Recuerdo ese momento como si fuera ayer. Vuelvo a verme a mí misma tirada en el suelo, cuatro mujeres del pueblo sujetando mis muslos y mis brazos bien fijos en el suelo, las piernas separadas y frente a mí, una extraña de al menos sesenta años que no había visto jamás, preparada para cortar trozo a trozo mis órganos genitales.

P. Sebgo
(P. Sebgo es una mujer de Burkina Faso, que lucha a favor de la promoción económica, sanitaria y social de las mujeres y las niñas y en contra de las prácticas tradicionales perjudiciales para las mujeres.)


La mutilación genital femenina (MGF) o escisión, es una práctica muy antigua, de probable origen pagano, anterior a la aparición de las religiones monoteístas. Su origen, tanto en el tiempo como en la geografía, no se ha podido establecer. La escisión era ya practicada entre los egipcios desde 5000 o 6000 años a.C. y en la época de los faraones, de ahí el nombre de “circuncisión faraónica”. Según refiere Heródoto, en el siglo V a.C., la escisión se practicaba entre los fenicios, los hititas y los etíopes. El nombre “infibulación” parece que le fue dado por los romanos y procede de “fibula”, nombre del broche con el que se cerraban la toga. Se sabe, por otros investigadores, que dicho rito era practicado en las zonas tropicales de África y Filipinas, por ciertas etnias de la Alta Amazonía y, en Australia, por las mujeres arunta. En Europa y en Estados Unidos, la escisión del clítoris fue utilizada por algunos médicos, durante los siglos XVIII y XIX e incluso a comienzos del XX, como tratamiento para ciertas enfermedades de origen nervioso como la histeria, la epilepsia y la migraña. Todo esto demuestra que esta práctica se ha ejercido en diversos pueblos y sociedades de todos los continentes, en todas las épocas históricas.

Pero, ¿en qué consiste la mutilación genital femenina?
Según la OMS (organización Mundial de la salud), se considera mutilación genital femenina (MGF) a “una amplia variedad de prácticas que suponen la extirpación total o parcial de los genitales externos o su alteración por motivos culturales u otras razones que no son de índole médica”.

CLASIFICACIÓN (OMS, 2007)
Según la última clasificación de la OMS, se identifican cuatro tipos de mutilaciones genitales femeninas:

Tipo I: escisión del clítoris y/o del prepucio.

Tipo II: eliminación parcial o total del clítoris y de los labios menores, con o sin resección de los labios mayores.

Tipo III: se cortan y cosen los labios menores y/o mayores produciendo una estenosis del orificio vaginal, con o sin eliminación del clítoris. Este tipo se denomina también “infibulación”.

Tipo IV: amplio abanico de prácticas variadas e inclasificables, que incluyen el cosido del clítoris, o los labios, o ambos; la cauterización, quemando el clítoris y los tejidos que lo rodean; el raspado del orificio vaginal (cortes angurya) o hacer cortes en la vagina (cortes gishiri), y la introducción de sustancias corrosivas o hierbas en el interior de la vagina para provocar el sangrado de la misma o con

Cómo y quién realiza la MGF
Para realizar la MGF se utilizan cuchillos especiales, tijeras, cuchillas de afeitar o trozos de vidrio. También pueden usarse piedras afiladas, cortaúñas e incluso, la tapa de aluminio de una lata. Cuando la operación se efectúa a varias niñas a la vez, no es raro que se utilice el mismo instrumento para todas sin limpiarlo entre un procedimiento y otro.

La intervención, generalmente, es realizada por una mujer designada especialmente para esta tarea. Esta mujer, que en muchas ocasiones ejerce también de partera tradicional, suele ser muy respetada en la comunidad y, con frecuencia, de edad avanzada. La duración del procedimiento es de quince a veinte minutos, dependiendo de la habilidad de la persona que la realiza y de la resistencia que oponga la niña, la cual debe ser sujetada por varias mujeres durante el tiempo que dura la intervención.

Posteriormente, la herida se limpia utilizando alcohol, zumo de limón u otros materiales como ceniza, mezclas de hierbas, aceite de coco o excrementos de vaca. En los casos de infibulación, se unen los labios menores –en algunos lugares utilizando para ello espinas de acacia– y, tras esto, se atan las piernas de la niña hasta que la herida ha curado.

Como consecuencia de las múltiples campañas que subrayan los efectos perjudiciales que la MGF ejerce sobre la salud, cada vez con mayor frecuencia es practicada por profesionales sanitarios, con asepsia y anestesia, especialmente en Egipto, Sudán y Kenia.

Estos profesionales sanitarios justifican su actuación aduciendo que, como de todas formas se va a mutilar a la niña, es mejor hacerlo sin dolor y sin riesgos para ella. Añaden que si no lo hacen así, la niña correrá más riesgos al sufrirla por un(a) escisador(a) tradicional de modo antihigiénico, con dolor y con riesgo de complicaciones graves. Pero estas intervenciones, pretenden “legitimar” lo que sigue siendo un acto de violencia contra la mujer y una violación de sus derechos humanos, al atentar contra su integridad física. Además, la disminución de sus riesgos no incide sobre los motivos que la perpetúan.

A quién se realiza la MGF
Hoy día la escisión se realiza incluso a los cuatro días de vida, no existe una edad específica… La edad se ha adelantado debido a cuestiones económicas. Antes eran las muchachas de catorce o quince años quienes se sometían a ella y se les daba educación sexual para que aprendieran a ser futuras madres y futuras nueras. Esta formación se prolongaba por espacio de un mes. Al estar recluidas 30 o 40 muchachas, se agotaban las reservas de alimento de la aldea. Tras la ceremonia de la MGF la aldea se hallaba tan empobrecida, que no quedaba casi cereal. Para evitar esta situación ahora cada familia se responsabiliza de que ésta se realice. Por eso se lleva a cabo tan pronto.

Mme Kadida Sidibe
(Mme Kadida Sidibe trabaja en AMSOPT [Asociación de Malí para el Seguimiento y la Orientación de las Prácticas Tradicionales] desde el comienzo de los años noventa para erradicar la MGF.)


La edad a la que se realiza la MGF varía ampliamente dependiendo de los grupos étnicos y de la localización geográfica. En algunas etnias se practica a bebés de pocas semanas, pero lo más frecuente es que se realice a niñas entre los cinco y los catorce años, en general ligado a un rito ceremonial de paso a la edad adulta. En otras ocasiones, se practica antes del matrimonio, dado que puede ser exigida por el futuro marido o por la futura suegra para que la mujer sea aceptada como esposa, e incluso durante el embarazo o el parto.

Debido a que la MGF está prohibida y penada por la ley en muchos países, se ha observado que cada vez se realiza a edades más tempranas con el fin de eludir tanto su detección, como el recuerdo que deja en la niña. Tanto la disminución de la edad a la que se practica, como el aumento de su medicalización, han relegado la importancia de los aspectos ceremoniales ligados a la misma.

Causas de la MGF
“Si no has sido cortada, nadie quiere hablar contigo; las niñas y los niños en la escuela se reirán de ti porque todavía eres una niña. Ningún hombre querrá casarse ni tener relaciones sexuales contigo si no has sido cortada”.
IRIN: Razor’s Edge

La MGF es una manifestación de la violencia y desigualdad de género, basada en una serie de convicciones y percepciones muy arraigadas en las estructuras sociales, económicas, políticas y, en ocasiones, religiosas.

Las causas que se aducen para realizar la operación son muy variadas, pero podemos agruparlas en los siguientes apartados según la OMS:

Socio-culturales
Nashiro, circuncisadora jefe de la comunidad Maasai: “Cortar a las niñas es algo que nuestro pueblo ha hecho durante siglos. Nadie podrá convencernos de que está mal”.
IRIN: Razor’s Edge

En algunas comunidades, la MGF se realiza como parte de un rito ceremonial de paso a la edad adulta, que refuerza el sentimiento de las mujeres de pertenencia al grupo. Las sociedades en las que se practica suelen ser patriarcales y patrilineales, y el acceso de las mujeres a la tierra y a la seguridad se obtiene únicamente por medio del matrimonio. Por este motivo, la presión social para su práctica es tan intensa, que las mujeres se sienten amenazadas con el rechazo y el aislamiento si no siguen la tradición, pues una mujer no mutilada no sería aceptada como esposa.

Algunos grupos étnicos, como los bambara de Senegal, atribuyen al clítoris el poder de herir al hombre e, incluso, de matarlo; los peuls creen que el clítoris podría crecer tanto que llegaría a obstruir la entrada de la vagina y, por lo tanto, impedir la penetración masculina; otros piensan que al nacer el bebé taparía su nariz y le impediría respirar, causando su muerte. Un buen número de etnias presumen que el bebé morirá si tiene contacto con el clítoris al nacer.

Higiénicas y estéticas
En algunas etnias se considera que los genitales externos femeninos son sucios y feos y que, por lo tanto, su eliminación hace a la mujer limpia y bella; otros piensan que si no se eliminan crecerían de forma indefinida; en otros casos, la MGF se asocia a la pureza espiritual.

Religiosas o espirituales
No hay nada que convierta la circuncisión femenina en una tradición obligatoria […]. Por este motivo, numerosos Estados islámicos que respetan rigurosamente la ley islámica no circuncidan a las niñas (por ejemplo, Arabia Saudí, Irán, Iraq, Siria, Libia, Marruecos) […] Si la pequeña cuyos padres quieren circuncidar pudiera manifestarse exclamaría: “Por favor, dejadme en paz, no me torturéis”. El Islam prohíbe la tortura […] Quisiera pedir a todos los musulmanes de todo el mundo que desistan de la práctica malsana de la circuncisión femenina, y que no inflijan daño a sus hijas.

Jeque Dr. Andel Rahman Al Naggar


Ciertas comunidades creen que la MGF es requerida por la religión para que la mujer sea espiritualmente pura.

La MGF se asocia con frecuencia al Islam y, de hecho, algunas comunidades religiosas islámicas creen firmemente que su religión lo exige. El hecho de que la mutilación de tipo I sea conocida también como “sunna” (que significa “siguiendo la tradición del profeta”), es usado a menudo como evidencia de esta convicción. Sin embargo, la mutilación es practicada tanto por musulmanes como por cristianos y animistas, y no existe ningún pasaje en el Corán ni en la Biblia que la apoye.

Psico–sexuales
“Nuestra época necesita la circuncisión femenina debido a la mezcla de hombres y mujeres en las reuniones. Si la niña no ha sido circuncidada, se expone a gran cantidad de excitaciones que la empujarán al vicio y a la perdición en una sociedad sin frenos”.

Gad-al-Haq, Gad-al-Haq ‘Ali


Muchos de los mitos que rodean la práctica de la MGF están relacionados con la vida sexual de la mujer: aumenta su fertilidad y protege la vida del recién nacido; evita las desviaciones sexuales, incluidos el adulterio y la prostitución; es imprescindible para el mantenimiento de la virginidad, etc. También se asocian a la vida sexual del hombre puesto que, según algunas creencias, activaría el vigor sexual del marido.

Aunque casi la mitad de los países en los que se realiza la MGF prohíben su práctica, la convención social que la rodea es tan fuerte que, aun cuando individualmente una mujer o una familia estén en contra de realizársela a sus hijas, es muy posible que continúen haciéndolo para protegerlas y salvaguardar su estatus en la comunidad. Al mismo tiempo, el trámite de la MGF en los casos en que se realiza como parte de una ceremonia comunitaria, confiere a las niñas un sentimiento de pertenencia a la comunidad, de paso a la edad adulta y de orgullo. El no realizarla, de forma individual, puede conducir a la mujer no mutilada a la marginación social y al aislamiento. Por ello, es muy importante conocer los motivos que conducen a la práctica de la MGF en cada comunidad para trabajar sobre ellos, y lograr así el abandono de la misma por un número significativo de familias, de forma que ninguna niña sea perjudicada. La misma presión social que conduce a su realización, puede ser la clave para su abandono.

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Extraído del libro Mutilación Genital Femenina. Más que un problema de salud. Coordinado por: medicus mundi andalucía
El cual se puede descargar en: http://www.luchamgf.org/